Hasta cuando descansas…el trabaja. Es un campeón que corre día y noche, jornada tras jornada sin descansos ni desmayos. Te acompaña silenciosamente toda la vida. Es un grande a la hora de exigirle más trabajo…responde siempre magistralmente. Ni lo tenemos en cuenta, ni le agradecemos, ni lo consideramos…solamente le pedimos que se mantenga en marcha casi sin contemplaciones ni consideraciones. Es el olvidado diario. Solamente cuando termina agotado de mucho desatino nos preocupa. Hoy haz un alto en tu camino y le haces un homenaje: le prometes ocuparte de él como lo harías con un gran amigo. Lo menos que puedes hacer.
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