miércoles, 10 de septiembre de 2014

Los genuflexos.


Los genuflexos llevan una vida miserable por culpa de sus miedos a perder posiciones en las que han recalado sin mérito previo en el curso de su vida. Viven miserablemente sumando lo que no les pertenece. Olvidan que sus hijos quieren padres ejemplo, quieren ver manos limpias y honorabilidad. Las ventajas que logran perdiendo la dignidad no les servirán para nada en el futuro. La vida se extingue finalmente para todos y, en la última placa, la sociedad que ha sufrido su marionetismo  escribirá indeleble: aquí yace un genuflexo, muerto inexorablemente y bien muerto que está, que no ha podido llevarse nada de lo que nos ha pertenecido. 

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