Si te sientes abrumado con tu vida, ve a una plaza y te sientas un momento. Escucha los pájaros, huele el perfume de las flores, mira la gente caminar, los niños jugar y piensa un momento…Cuánto queda para adelante? Como quisiera seguir mi camino? Que debería hacer para cambiar mi rumbo? Y recapacita…No sabemos cuánto queda, solo Dios sabe. Si podemos cambiar y vivir más tranquilos, dedicarle tan solo una hora y media por día a nuestro cuerpo. Salir a caminar es sublime. Normaliza tu fisiología y tu mente. Te sentirás como nuevo cuando termines tu rutina. Y te propones mejorar tus hábitos de alimentación. Da un pequeño paso solidario. Haz algo por alguien que lo necesita y te sentirás inmensamente feliz. Todo comenzara a cambiar para mejor. Tranquilo…tranquila…
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