Hay un viejo dicho en aviación, vinculado a los errores humanos en los accidentes: “El cementerio está lleno de arrepentidos”. Puede aplicarse a cientos de momentos y circunstancias de la vida de las personas. Esto es que cada uno no se arrepienta cuando es tarde. Siempre hay tiempo de modificar nuestro estilo de vida, hacerlo más saludable y solidario y que estos cambios generen un bienestar en cada uno y en el entorno. Siempre podemos modificar a tiempo el hábito del cigarrillo, o nuestra obesidad, o el estrés por razones laborales o familiares que tanto daño provocan. O nunca es tarde para extender nuestra mano solidaria a quien lo precise y no te arrepientes de este empeño. Procura no llegar al punto en la vida en el que te arrepientes y… ya es tarde.
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