domingo, 1 de junio de 2014

Nosotros ... los afortunados.


Somos afortunados. Debemos agradecer esta situación. Comida y  agua no están disponibles para todos los que habitan este planeta. Hay cientos de miles de niños, adolescentes, adultos y ancianos tan carenciados que mueren o se desarrollan en forma inmadura. Dimensionar esta situación, pensar en ella cada vez que nos sentamos a la mesa, negociar con nosotros mismos el consumo necesario, procurar corregir los excesos que bien podrían tener un destino más solidario es nuestro mejor aporte a esta calamidad. Porque no somos gobierno, que debería ocuparse y no lo hace, porque no sabemos como canalizar nuestra ayuda, al menos meditemos en la gravedad de esta situación y moderemos nuestros consumos. Es probable que el necesitado de todo reciba de alguna manera nuestro aporte, nuestro pensamiento y nuestra congoja ante tanto sufrimiento. Nosotros...los afortunados arremanguemos hoy y siempre un pensamiento solidario.

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