Los corredores siempre tenemos nervios antes de una carrera. A mayor desafío mayor preocupación. Venimos de distintos entrenamientos, de rodajes, de pasadas, de gimnasio pero igual estamos preocupados. La noche anterior a la carrera muchas veces nos despertamos y sentimos que somos campeones. No nos duele nada, estamos confiados, con un deseo irresistible de largar y correrla. Aunque siempre hay dudas y miedos. Pero son suma de ansiedad imposible de esquivar. En la largada estarán las ganas de correr y la alegría de sentir estar en un cuerpo fantásticamente sano, listo para inflar el pecho, afirmar las piernas y soñar en cada tranco la alegría que dará ver el arco de llegada y subir al podio de la vida y el afecto. Buena carrera y que la brisa sople tus miedos.
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