martes, 10 de junio de 2014

Cuando la familia no te acompaña...


Cuando la familia no te acompaña en tu trote tómalo con calma. Si está ocurriendo es imposible modificar esta actitud y generar interés. Cuando esto pase casi siempre seguirá ocurriendo. Trata de aceptarlo, que tus amigos valoren lo que haces y resígnate. Duele sin fin pero es un dolor que pasa cuando te juntas con el afecto de los amigos y amigas. Agravan los reproches por cualquier motivo. Aquí la pena es doble. Y no hay remedio. Se estruja el corazón hasta que pasa... cuando volvemos a entrenar, en la próxima carrera... todo vuelve a brillar. Solo decirte animo y paciencia. Todas estas curvas terminan cuando te pones a tranquear de nuevo.

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