martes, 11 de marzo de 2014
Dar afecto reconforta.
Dar afecto reconforta a quien lo recibe... y a quien lo da. No tiene costo, solo tiene beneficios. Quien recibe afecto mejora su autoestima, le hace feliz, se sorprende gratamente, y la mayoría de las veces devuelve ese afecto a quien se lo da y a todo su entorno. Quién da afecto también se sentirá feliz. Tiene una sensación de tranquilidad, entiende que su afecto es extendido largamente y que le hará bien a quien lo recibe, y tiende a seguir brindando esta actitud con los que aprecia o lo merecen El mundo necesita afecto. Es un camino que nos lleva a una mejor convivencia, a un mejor destino. Hoy mete un cambio en tu actitud.
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