Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina (Hipócrates). Los desórdenes en la alimentación llevan a eventos que no son inesperados, la mayoría de las veces irreversibles y pueden provocar la muerte o incapacidades permanentes. El arrepentimiento siempre es tardío. Su cuerpo es una máquina bastante perfecta pero no admite que durante muchos años se lo exija desmesuradamente. En algún momento falla y cuando ocurra no se queje ni lo lamente. La obesidad, el desequilibrio en el consumo de grasas, azúcares lo llevan derecho a un ACV, a un infarto y muchas enfermedades incurables. Ahora cambie la dirección de su vida. Tenga hábitos saludables.
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