martes, 13 de agosto de 2013

El Universo.


El universo se nos termina imaginando infinito. Nos confunde y abruma no poder dimensionarlo. Tenemos necesidad de cuantificarlo y no podemos hacerlo. Entendemos la magnitud de su desarrollo y que esto significa que sabemos que no tenemos en relación a el ningún tamaño propio. En tamaño relativo no somos nada. Sin embargo aquí estamos. Somos, nos tocamos y existimos, pensamos, razonamos y nos comunicamos. Y hasta corremos. Nos falta solamente comprender y no lo podemos hacer. Solo aquellos que traducen la incomprensión en una cuestión de fe terminan con la duda. Pero una cuestión de fe está reservada a los creyentes quienes resuelven muchas dudas propias de la curiosidad humana. Los agnósticos siguen con ellas aunque a veces ocurre que al final del camino terminan imaginando que tienen un destino junto a El. 

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