Por cada peso destinado a promover los hábitos saludables se ahorrarían 6 pesos en la salud pública. Esta inversión beneficiaría la economía de los gobiernos, ayudaría a la resolución de muchos problemas médicos, a los profesionales de la medicina, beneficiaría a las empresas, a las obras sociales, a las familias y a nosotros mismos. La salud no puede comprarse, se construye poco a poco, día a día, y esto tiene infinitos beneficios. En el Día Mundial de la Salud la recomendación es moverse y plantearse buenos hábitos de alimentación.
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