Una cultura del esfuerzo fantástico producto de la falta de petróleo y gas natural. Admirable por donde se mire. Viajando en sus rutas vemos inmensas pilas secándose para uso de centrales eléctricas, para uso en secadoras de cereal, pequeñas pilas de orden perfecto en miles de casas para producir su propia energía. Bosques enormes. Tienen tantos bosques que sin plantar más árboles tienen diez veces más energía que la que precisan. El único país en el mundo que reemplazó el 60 % de la energía derivada del petróleo. El bosque es la pila energética de este país maravilloso. Y sabemos que el árbol no solo es madera. Suma múltiples beneficios en el ecosistema. En Uruguay se pueden cortar bosques para quemar cada 5 años. La leña es generadora de una cultura de trabajo necesariamente prolijo y continuo en cada habitante que se traslada a su forma de ser y vivir. El como las limitaciones pueden convertirse en oportunidades.
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