La orientación de la actividad física debe realizarse con criterio propio, con libertad y tranquilidad de espíritu. Cada uno es un caso muy particular. Hay campeones que apuntan a las distancias cortas y la velocidad. Otros que son nada más que fondistas. Hay quienes se orientan al triatlón. Hay jóvenes, adultos y “viejos”. Es importante dirigir el entrenamiento en el sentido que nos ayude a mejorar nuestra meta disfrutando y sin obsesiones. Entender la situación como una cuestión integral. El nivel y la edad marcan un rumbo con el que se debe sentir cómodo. No dejar el gimnasio, los circuitos, ni el spinning, porque viene una carrera. Salvo bajar las intensidades para llegar más descansado, o antes de una media maratón donde se debe prestar un poco más de atención. Ahora cada uno haga lo que le gusta y lo que pueda. Es la primera regla para disfrutar de la actividad física y la vida sana.
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