Sr. Presidente. Yo no soy un gasto. Durante más de 40 años hice mis aportes para que me sean reintegrados en la jubilación. Si fueron robados no es mi responsabilidad. El gobierno anterior me jubiló de mínima. Me estafó. Ustedes me prometieron hace más de un año reparar esta injusticia y no lo hacen. Prometieron eliminar el impuesto a las ganancias a los jubilados que lo pagan y no lo han hecho avalando la ilegalidad de la doble imposición. Están dejando a jubilados sin beneficios en remedios que tenían hace muchos años. Ahora eliminan centros de atención en los lugares de residencia generando caos y angustia inmensa para miles de hermanas y hermanos que ya no tienen donde atenderse. Usted no puede recortar por el débil y el necesitado. Le pido por favor recupere la sensibilidad y el sentido común.
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