Aunque parezca poco, hazlo. Tu percepción del poco puede ser errada. Los que necesitan tienen otra dimensión de lo poco. Cuando veas un niño descalzo mira que puedes hacer por el. Cuando creas que un litro de leche es poco piensa dos veces. Cuando dudes de tu sangre, en ella puede estar el divisor entre la vida y la muerte de un niño o un hermano. Cuando creas que tu afecto no tiene valor, abraza al que lo precisa. Todos precisan un gesto, un abrazo, una mano, un hombro... El dinero es parte de las necesidades. El cariño, el afecto otra parte. Cuando creas que es poco valora tu pequeño acto que valdrá la pena. Las buenas personas tienen las manos limpias y el corazón late tranquilo. No temas dar poco. Tu poco es mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario