En junio de 2013 en Canals vi este amigo después de la carrera y me salió regalarle la copa. Al año siguiente lo encontré nuevamente y fui a saludarlo antes de la carrera y el me recordaba y me ha dicho que guarda con mucho cariño esa copa. Estaba allí como esperando verme...He pensado mucho en el, en esta curva cruel que la vida le estampó y que tanto le cuesta doblar, si un trofeo, una medalla, le sirven para seguir doblando y creo que si. Su universo se achicó a los límites de esa curva. Sus sueños se achicaron a los límites de esa curva maldita. Cualquier signo de afecto para el puede representar mucho. Lo poco mío puede ser mucho para él. Seguirá varios días recordando al desconocido. Y quizá si la vida nos permite volverá el año que viene a esta largada y me buscará por un nuevo trofeo. Toda una excusa para distraer su vida tan dramática y diluirla en una esperanza, en un hilito de esperanza. El Michi ... Juan José Rivera, un gran deportista, un amigo entrañable, ejemplo de lucha y padre. Mi recuerdo y afecto.
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