Debemos envejecer armoniosamente. Casi un tercio de la vida ocupa este ciclo. Como no lo podemos postergar, debemos recorrerlo con agrado y tratar de vivir como el mejor período de nuestra existencia. Ya no estamos intimidados por nada, nuestras costumbres están formadas, no somos dependientes de nadie, estamos en general exentos de prejuicios, necesitamos muy poco para vivir y tenemos el tiempo suficiente para ocuparnos de nosotros mismos y de lo que nos plazca. Debemos transitar esta etapa dando ejemplo a nuestros menores. Que pueda ser un modo a copiar, que deje enseñanza útil. Que represente un momento de la vida saludable, autónomo y feliz. La tercer edad no existe. Solo existe el tiempo que va pasando.
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