domingo, 22 de mayo de 2016

Pobreza.

Pobreza.
Resolver la pobreza es una obligación de quienes tienen la responsabilidad de gobierno, de los legisladores, de la justicia, de los representantes de los trabajadores y de todos los estamentos. Negarla es propio de necios, con propósitos que rayan la criminalidad porque no permiten resolverla al desconocerla. Cuantificarla ayuda a visibilizar la magnitud del desastre pero no la soluciona. Diagnósticos que esquivan el nudo: la pobreza es resultado de la corrupción, de unos y de otros, y de la incapacidad de mover sentimiento y capacidad en el sentido concreto. La realidad es que debemos ayudar a llenar el plato. La realidad es que debemos educarlos. La realidad es que deben crecer sanos. No hay fiesta. Hay mucha miseria a resolver. Dejarla solo en manos de los solidarios es muy triste. 


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