Cuando bajé del Centro de Convenciones no se si llore en medio de la noche o me mojaba la llovizna. Quizá la soledad en que andaba, quizá la emoción de tanta gente aplaudiendo, quizá pensar que esta medalla me excedía porque hay tantos amigos de mi edad mejores que yo, vaya a saber que me atacó. Quizá volver atrás en el tiempo, recordar mi pólipo maligno, o mi cuarto de pulmón menos culpa del maldito cigarrillo, o tanto entrenamiento cuasi inútil porque no mejoraba nada, quizá resultado de tanto viaje de gitano para correr todas las k21. Quizá la emoción de la bajada del Belvedere a fondo, entre esa juventud que no sabía mi edad... La cuestión es que al rato se me pasó y me fui a festejar, me comí una pizza y me tomé una cerveza. Sueños que pude concretar y me hicieron feliz. Todos tenemos nuestro ego y no soy la excepción. Trato de controlarlo pero voy como todos. Quizá porque parecía que estaba cerrando una etapa. Vaya a saber que me provocó esta medalla milagrosa. Quizá mis amigos por tantísimo afecto en cada mensaje. Tercero en el k15 WMRC 2019 categoría 70/74 fue un honor impensado y fantástico en esta recta corta que me queda. Abrazo Juanca.

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