Sabemos que los niños y adolescentes no son de riesgo frente al Covid-19. Sin embargo hay tres excepciones en el mundo que fallecieron. Sabemos que en algunos países no se han suspendido las clases. Sin embargo si pensáramos que por reiniciarlas muriera un niño en nuestro país, nada podría remediar la decisión. Y vengo ahora a contar mi historia personal de pequeño para avalar que no se reinicien hasta tener seguridades plenas. Cursaba 1º año secundario cuando tuve una enfermedad muy grave (nefritis). Cuando faltaba un día para quedar libre, mi madre me llevó a visitar el Rector para que nos aconseje. El Rector le dijo: "Señora vale más su hijo sano que un sabio enfermo. Que repita el año que viene y se mejore". Perdí el año de secundario y nunca me afectó esta circunstancia en mi vida ni en todos mis estudios.
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