El Nobel de Medicina de este año fue para tres médicos que investigaron como las células reaccionan a la cantidad de oxígeno disponible y la habilidad de las células tumorales para captar, adaptarse y crecer cuando hay déficit de oxígeno, mientras que las células sanas no lo pueden hacer. Ya Otto Warburg, premio Nóbel en 1931, consideró que el cáncer puede evitarse con hábitos de alimentación saludable y movimiento. Estudió que el movimiento oxigena las células y con una alimentación alcalina a las células cancerosas les cuesta progresar. Están convergiendo los conocimientos en un mismo punto: alimentación saludable y movimiento son el gran paso para evitar la proliferación de tumores. Hoy es un buen día para empezar a moverse y comer sano.
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