Apariencia es pretender hacer creer lo que no somos. Muchos aparentan virtudes o logros que no son verdad. Esta simulación daña a las personas y no tiene ningún beneficio, salvo para terceros distraídos que puedan admirarse de ese brillo mentiroso. Vivir así es un peso muy grande para el espíritu. La verdad es liviana, se lleva al trote ágil en la palma de la mano. El peso de la apariencia encorva al más fuerte que rogará por un final desapercibido. Dejar las apariencias en aquel rincón de la vida, poner los zapatos en el suelo y caminar por el mundo con la frente elevada es permitir que brille la sinceridad. Y la verdad. El éxito mentiroso no conduce a nada. Solo a un sentimiento de pena y amargura. Para ellos y para los que tenían esperanzas en ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario