La voluntad consiste en tener la iniciativa de ordenar nuestra propia conducta. Generalmente se asocia a actos cotidianos que requieren de cierto esfuerzo consciente para realizarlos. El ejercicio diario para dominarla es fundamental, porque como todo en la vida y las costumbres del humano, se convertirá en una actitud normal el hacer cosas que cuestan. Finalmente se encuentra satisfacción y razonabilidad en su ejecución. Sin voluntad, sin la inercia de vencer un estado perezoso, no se puede iniciar ningún cambio de hábitos saludables. Aplicar voluntad a nuestra vida eleva nuestro manejo de las situaciones, nos mejora la autoestima y nos hace sentir fantásticamente bien con la autonomía que se logra. Hoy que sobre tu voluntad y brilles.
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