Hace cinco años pase varias situaciones de salud muy complicadas que me limitaron en extremo para correr. Entonces decidí rever mis posibilidades. Busqué alternativas, ciclo viajes, trekking, travesías, caminar, ejercicios de fuerza...Y traté de seguir la vida sin machacar con el pasado. Reconocí mis limitaciones, inexorables e irreversibles y aprendí a disfrutar estas reorientaciones. Muchas veces me duele ver lo que ya no puedo. Pero me recupero. Hice las paces con las limitaciones, me amigué con las posibilidades y trato de vivir con algún sueño dando vueltas. Aunque me duele, bajé unas pretensiones, subí otras nuevas y miro el horizonte que es posible. Debo dar gracias que estoy sano y vivo y trato de acomodarme en el carro de la vida como mejor pueda. Vengo a darte un mensaje de esperanza y decirte que siempre habrá nuevas oportunidades para arrancar de cero si no te rindes. Así que...no te rindas. Felices fiestas. Abrazo Juanca.

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