Hace unos años visité un profesional por un dolor del manguito rotador del hombro derecho y un dolor en la cintilla ilitiobial cuando corría. Luego de gran espera y de un estudio bastante superficial me recomendó la bicicleta porque yo "estaba muy viejo para correr". Contra diagnóstico desde entonces pude correr miles de kilómetros. Que nos sirva la anécdota para tener cierta dosis de rebeldía en los pronósticos y sobreponernos a las dificultades que muchas veces la vida nos pone por delante. Nunca todo está perdido. Siempre queda un brillito de esperanza que no debe apagarse.
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