domingo, 24 de febrero de 2019

Adicciones fatales...

Los adictos ignoran el daño que se están provocando. Los adictos castigan su cuerpo de una forma cruel que en el tiempo les causará disminuciones funcionales y muerte. La repetición impide ver con claridad el mal que genera. La dependencia no permite resolverla. Los daños que se producen se aceptan primero por ignorancia de lo que ocurre y luego por incapacidad de liberarse y modificar en rumbo. La visión del cuerpo se distorsiona. La modificación imperceptible logra que no se comprenda el daño. Finalmente, y lo peor, la mayoría de los casos suelen arrastrar en sus vicios al resto de la familia y en particular a los menores hasta un final predecible como el de Natacha que hoy vemos con tristeza. Despertarse antes de comenzar a consumir es el camino.
(La fotografía es de la policía de EE.UU de un matrimonio drogado).





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