Recuerdo mis primeras batallas: caminar 2 km y terminar fundido. Luego pude los 5 km, distancia imposible al principio. Con el tiempo tomé la bici. Me pareció que el viento siempre soplaba en contra. No olvido la primera vez que fui a la ruta en bici y no pasé de un Control Vehicular por miedo a no poder volver. Hoy entreno corriendo a pie hasta ese control, son 12 k . También dude mucho tiempo, y finalmente lo hice en bici, hasta los peajes. Hoy lo hago corriendo a pie hasta uno de ellos, son 17 k . Escribí grande mi viaje en bici a una localidad 28 k ida. Ahora lo pude hacer corriendo. Siempre que supuse “hasta aquí”… pude superarme. Ahora cuando pienses que ya no podrás, piensa que tu mucho es poco. Casi siempre puedes un poco más. Solamente hay que proponerlo. La diferencia entre lo posible y lo imposible solo depende de tu determinación. Aunque siempre haya una última curva que finalmente no podremos doblar mientras tanto nunca te rindas.
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