sábado, 28 de febrero de 2015

La Ley.


La ley es tela de araña, y en mi ignorancia lo explico,
no la tema el hombre rico, no la tema el que mande,
pues la rompe el bicho grande y sólo enrieda a los chicos.
Es la ley como la lluvia, nunca puede ser pareja,
el que la aguanta se queja, más el asunto es sencillo,
la ley es como el cuchillo, no ofiende a quien lo maneja.
Le suelen llamar espada y el nombre le sienta bien,
los que la manejan ven en dónde han de dar el tajo,
le cae a quién se halle abajo, y corta sin ver a quién.
Hay muchos que son doctores, y de su ciencia no dudo,
mas yo que soy hombre rudo, y aunque de esto poco entiendo
diariamente estoy viendo que aplican la del embudo.
(Martin Fierro)

miércoles, 11 de febrero de 2015

Extravagancia...


Los corredores de a pie tenemos algunos rasgos extravagantes. Somos poco comunes para el mundo quieto, con ciertos rasgos originales en el modo de manifestar afecto, en la forma de vestirnos cómoda y colorida que nos permite amplitud y ligereza de movimiento, en como nos desplazamos una y otra vez por caminos llenos de automotores o rectas interminables y solitarias. Admirados a veces con sana e íntima comprensión de lo que significa correr, sinónimo de extravagancia  y de la magia que genera esta forma curiosa de desplazarse. Curiosa pero ancestral. Corremos, nos sentimos de maravilla y quizá podamos parecer extravagantes, pero solo somos mortales comunes que nos gusta disfrutar el tranco y admirar nuestra forma interminable de movernos.