Hace muchos años tuve un problema en los puertos de Rosario con la calidad de un trigo. Un conocido me explicó que debía dejarlo caer de altura a la parrilla de la tolva de descarga. Pero me advirtió: "Ojo que no cambia nada, solo toma brillo y confunde". Una ilusión óptica. Nuestro querido país se llenó de magos y payadores que hacen ilusionismo eximio para los desesperados. Como este gasoducto al que se le abre una llave de paso que no trae nada. Como el puente Rosario-Victoria que se inauguró 7 veces hasta que se habilitó. Y así siguen las ilusiones ópticas. En 2023 quedaremos primeros entre los mejores magos del mundo.