Triste soledad y precariedad de millones de jubilados que se encuentran al final de la vida y de los cuales el sistema y los políticos no tienen ningún interés. Les pido disculpas a mis amigos pero necesito expresarme y contarles que nos han robado el dinero, los sentimientos y la esperanza. Suman una burocracia infinita de organismos que nos hacen sentir vergüenza de la edad y que nos exigen, maltratan y amonestan cuando deberían tratarnos con cariño y respeto. Obras sociales que difieren tu atención meses para ver si te mueres antes. Un sistema jubilatorio que te estafó, siempre, premeditadamente. Nuestra tristeza es infinita porque es como si te hubiera robado un hijo. Puedo aseverar de las injusticias a las que nos someten, del robo del dinero que hemos aportado y de los sueños que nos quedaban. Ladrones estos, aquellos, los de más atrás...estoy diciendo todos. No me retruquen por favor. Nadie necesita vernos muertos en la calle para saber que no estamos bien. Nos cuentan las costillas esperando nuestro final inexorable cuando ellos no dan cuenta de millones mal habidos. Miserables. Juanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario