lunes, 13 de septiembre de 2021

 Hace cuatro años teníamos diez millones de hectáreas productivas bajo agua. Resultado de cultivos que economizan millones de metros cúbicos de agua, de la falta de siembra de gramíneas, de la falta forestación. Cada árbol es una bomba de agua que la chupa del suelo y la evapora. Cada pastura también. Es responsabilidad del Estado que a lo largo de los años direccionó hacia la soja y la deforestación y no tomó medidas económicas y técnicas elementales. Siguen dormidos. Llegará el día que el gobierno deberá pagar para que se siembren pasturas, tendrán que dejar de intervenir en la exportación y producción de carne, pagarán para forestar, tendrán que reducir los impuestos al queso, a la leche, y otros impuestos para que se reviertan los motivos de estos excesos de agua. Los canales solo la cambian de lugar. Juanca. (Foto Flaco Mori)



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