Entre los años 2012 y 2015 tuvimos varias cruzadas solidarias por los pequeños con leucemia. El recuerdo de hoy es haber hecho tres pedidos que no representaban mucho en sentido económico y mucho para quienes lo precisaban. Todos a responsables de la conducción de nuestros destinos del espectro político y empresario. No tuve ni un llamado ni una respuesta. Nada. Lo había hecho porque suponía una respuesta responsable. Nada más. Eran todos vinculados a la leucemia. Hoy les refresco, a todos, que los que esperan un trasplante no saben de tiempos, los que están en tratamiento de quimio no saben de esperas ni burocracias, ellos están doblando curvas muy difíciles de sus vidas que no se las deseo a nadie. Ellos, como las pequeñas y pequeños que he conocido y que te parten en dos, no entienden que quienes les pueden ayudar están entretenidos mirándose el ombligo. Hoy en recuerdo de Gael y, de nuevo, en apoyo de todos ellos, pequeños inocentes y sus padres, que necesitan, les pido a los poderosos, que cuando se les toque el hombro, se despabilen y recuerden que ayudar es un privilegio. Y a los gobernantes que es una obligación.
