Debemos hacer una reflexión muy fuerte sobre las cuarentenas, el encierro y las consecuencias. Esta falta de horizonte que nos crucifica podemos tratar de resolverla en un proyecto concreto, quizá en un viaje postergado u otros sueños muy deseados. Esto nos permitiría soñar todos los días, recuperar un horizonte, trabajar sobre la logística y lo que significa para nuestros pensamientos. Muchas personas han quedado sin trabajo y muchos han perdido sus negocios pasando ahora por situaciones trágicas en sus familias. Muchos otros hemos sido encerrados y anulados de todas nuestras esperanzas y proyectos generando un vacío y mucha angustia. Todos deberíamos, si podemos en la triste circunstancia, tratar de generar un proyecto posible para que este horizonte perdido en el que estamos tranquilice nuestros ánimos caídos o alterados. Soñar y tener esperanza, a veces, es lo único que nos queda. No la perdamos. Hoy nos avisan de que quizá el 10 octubre se pueda correr un k21 Series en San Martín de los Andes. Los invito a soñar en algo.
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