lunes, 1 de septiembre de 2025

Sobra agua. Escasea cerebro.

Millones de hectáreas productivas bajo agua, cientos de localidades al borde del colapso y miles de ciudadanos que han perdido todo. Resultado de estrategias de producción y diseño de calles y caminos que economizaron millones de metros cúbicos de agua, generaron diques de contención de agua y de la falta de siembra de gramíneas y forestación. Cada árbol es una bomba de agua que la chupa del suelo y la evapora. Cada pastura de un tambo también. Cada calle y cada ruta debe ser estudiada con respeto a los cursos de agua. Esto es responsabilidad del Estado que a lo largo de los años no planificó, a la desforestación y que no se tomaron medidas económicas y técnicas elementales. Siguen dormidos. Llegará el día que el gobierno deba pagar para que se siembren pasturas, paguen para forestar, reduzcan los impuestos al queso, a la leche, a la carne y otros impuestos para que se reviertan los motivos de estos excesos de agua. Los canales solo la cambian de lugar. Y algún día los gobiernos deberán pagar para solucionar la escasez de cerebro de los que planifican nuevos asentamientos. Juanca. 



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