jueves, 2 de julio de 2020

Mi primer 21 k

En 2011 corría mi primer 21 k en Rosario. No me reconfortaba ni me reconforta mi condición de corredor que no tengo. Me reconforta saber que el esfuerzo vale la pena y que nunca es tarde. Pero depende de uno. Que estar allí y en los siguientes casi 50 k21 significaron muchos kilómetros gitaneando en mi camioneta para poder correrlas. Significaron miedos en las largadas pero mucha alegría al terminarlas. Entender que los ejemplos de tenacidad pueden ser importantes. Fue la gran oportunidad, este giro en mi vida, de recorrerla de manera tan saludable y me permitió comenzar a sumar un patrimonio enorme que no se compra, ni se gasta ni se pierde: el afecto de cientos de amigas y amigos. Esto no tiene precio y será mi mejor herencia. Ya vendrá la vida a poner las cosas en otro lugar pero mientras tanto aquí voy con todos mis caracues y sueños en orden. 


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