jueves, 5 de junio de 2014

"Michi" de Canals.


El año pasado en Canals vi este amigo después de la carrera y me salió regalarle la copa. Este año lo encontré nuevamente y fui a saludarlo antes de la carrera y el me recordaba y me ha dicho que guarda con mucho cariño esa copa. Estaba allí como esperando verme...He pensado en el, en esta curva cruel que la vida le estampó y que tanto le cuesta doblar, si un trofeo, una medalla, le sirven para seguir doblando y creo que si. Su universo se achicó a los límites de esa curva. Sus sueños y afectos se achicaron a los límites de esa curva maldita. Cualquier signo de afecto para el puede representar mucho. Lo poco mío es mucho para él. Seguirá viarios días recordando al desconocido. Y quizá si la vida nos permite volverá el año que viene a esta largada y me buscará por un nuevo trofeo. Toda una excusa para distraer su vida tan dramática y diluirla en una esperanza, en un hilito de esperanza. Aquí vemos a MIguel dando una mano y creo que se entiende que le transmite esperanza. Mi amigo no vidente a mi amigo vidente pero inválido. Y esta mano de Miguel vale oro. Para el amigo de Canals y para los que no nos falta nada. 

La vida nos siguió conectando. Mi amigo se llama Juan José Rivera y tenemos contacto por face, y el está en un proceso de rehabilitación que nos pone inmensamente contentos. Juan José, alias Michi, es un destacado deportista, maravilla de la que me he enterado luego de este relato, de este pensamiento.

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